viernes, 29 de mayo de 2009

Postales de otoño

A veces no nos damos cuenta de los milagros que suceden a nuestro alrededor.

La naturaleza cambia aunque el clima no lo haga y, aún con 30°, los árboles ostentan sus colores: rojos, dorados y ocres.

La luz del sol, brumosa en pleno día; las hojas caídas, formando un mullido colchón; las ramas de los árboles, semi-desiertas; y una hamaca vacía. Aunque la temperatura intente despistarnos, las señales están ahí, para quien quiera verlas.